Bueno, después de un año sin entradas me decido a retomar el Blog. La verdad es que con nuevas herramientas que me entusiasma usar. En sofocientas cuotas renovamos la PC de casa y volvimos a Mac, felices los 5. En otro arranque de locura incorporamos una filmadora digital con una inversión realmente menor: Algo así como una salida a Jeepear y tenemos una que soporta golpes, agua hasta 3m y polvo... nada mal para nuestro estilo de salidas.
Con todo eso incorporado, para el 19 de febrero decidimos tomarnos la revancha del terremoto y subir al cajón de las arenas con la idea de llegar a la laguna del ventisquero del Morado. Muchas veces (digamos unas 5) ya habíamos dicho de ir siempre se frustraba, la última fue un terremoto.
De la partida fuimos 4 familias enteras: los Sola, los Crisóstomo, los Reyes, y nosotros. Los Cerda amenazaron con ir pero arrugaron a último momento con excusas bastante modestas.
EL program era:
Salir el sábado para acampar en el cajón, cerca de la ruta y a eso de 2900m snm.
Hacer una subida de exploración ese mismo día para ver si los senderos estaban transitables y tirar algunas alternativas para pasar algunos probables derrumbes (bastante comunes en este lugar).
Volver al campamento, cocinar y comer rico, dormir algo en las carpas, levantarse temprano, levantar campamento y hacer la subida.
Volver... ese Domingo, pero sin apuro.
Bueno hasta llegar al lugar de acampada todo salió como era de esperarse. Empezamos a armar campamento, empezando por una carpa comedor, nos pusimos a trepar piedras con los chicos y a explorar el roquerío que ofrece posibilidades ilimitadas.
Al poco tiempo... y antes de terminar de armar campamento, se armó una de esas tormentas de alta montaña que ya conocemos de ese mismo lugar. Nos refugiamos en la carpa comedor con una lona mientras esperábamos a ver cómo evolucionaba, pero solo paraba para volver a empezar...
Mojados y con diversas reacciones: la mía fue de frustración y por suerte la de otros fue tomárselo con mucho humor, emprendimos retirada... pero solo hasta el refugio del Club Alemán de Montaña.
Tomamos el dormi general (que es teóricamente para 10 personas) y nos pusimos a comer, tomar, secar carpas y ver como la tormenta arreciaba las montañas.
Antes del atardecer nos regalaron un par de arcoiris magníficos mientras los chicos usurpaban juegos, espacios y juguetes del lugar.
Una comida muy buena en el disco,que desafortunadamente casi no probé porque se ve que mi frustración afectó mi estómago, y charla alrededor de un fogón que alimentamos con la leña que llevamos y matizados por malvadiscos para los chicos.
A eso de las 11 los administradores nos pidieron que subamos a dormir ya que al entrar seguramente con bastante ruido molestaríamos al resto de los huéspedes... es un Club Alemán, ¡no se olviden!
Finalmente ese día los 16 alfombramos el piso con colchonetas, bolsas de dormir y nuestras humanidades, eso si, lo de dormir y hacer silencio llegó un par de horas más tarde. Risas, murmullos y algún cornetazo se deben haber oído en todo el refugio.
El día siguiente nos levantó con pereza y con un desayuno bastante bueno, incluido en el costo del refugio. Para cuando los 16 estábamos desayunados y listos para partir eran las 11 AM...
Dejamos buena parte de la carga en el refugio y partimos.
La ruta no la habíamos recorrido el día anterior y hacía más de un año que yo no subía así que era cuestión de explorarla a partir del punto en el que nos habíamos quedado ya un par de veces.
No había NADA de nieve en todo el sendero, lo cual fue una decepción, pero a cambio la subida fue relativamente sencilla.
Los derrumbes de rocas en cambio si eran abundantes pero para qué somos jeeperos? El punto es que llegamos a un punto bastante alto que acusaba solo 1000m de distancia de la laguna, eso sin realmente jugársela con los vehículos. Creo a estas alturas que hubiésemos sido capaces de subir en los jeeps pero... no faltaban señoras conservadoras... por darles un nombre amable (esto es para Lorena).
De todas maneras a los viejitos y jóvenes no nos venía mal un ascenso a pata. Los 1000m del GPS se convirtieron 1600m y el desnivel fue de unos 300m así que llegamos varios, pero no todos. El frío se hizo sentir y el estado físico también. Pero bueh... hicimos "laguna" Los dos Carlos Crisóstomo, Marina (h), Joaco, Carola y yo. La vista valió es esfuerzo. La laguna realmente es un charco marrón navegado por hielos pero la caída del ventisquero es impresionante, y a 120Km de casa y según Google Earth, solo 55Km en línea recta, claro, a 3.300m snm en lugar de los 770m snm de casa...
La bajada nos cansó tanto como la subida y un almuerzo tipo picnic que incluyó pollito asado de la noche, sándwiches, morrones al ajillo y otras tantas delicias, incluso hicimos café al que alguno le agregó algo más espirituoso.
Emprendimos la bajada no sin antes buscar piedras para Pamela y hacer varios de geólogos aficionados también un poco de jeepeo algo más osado (en particular el Nany).
En el camino de vuelta, fue la Lalartija... si la Nissan, la que dio la nota. Había hecho cambiar las correas por prevención, pero un mecánico &#@%... sencillamente había dejado el tensor del alternador suelto... gracias a Alejandro salimos de esa. Para pagar a los mecánicos, invité pizzas que cenamos en los de los Cricri más que felices de haber cumplido.
relativamente temprano (como a la 1 AM) abandonamos al grupo, salíamos para Lican Ray al día siguiente, no sin antes ir a ver un mecánico que vea si había algún daño en las correas...
El producto de este viaje se convirtió en un video.
Primero el trailer:
Finalmente el Corto completo: