lunes, abril 13, 2009

Semana Santa Jeepeando en Linares


Esta entrada está editada mucho tiempo después, pero vale igual.
Durante casi 4 años escuchamos hablar de la catedral del Jeepeo en Chile: Linares.
Que no ir sin el vehículo bien preparado, que no se puede dejar de ir, etcs variados.
Finalmente se alienaron os planetas: El club Pegados 4x4 va y nosotros no tenemos a nadie enfermo y no problemas de ningún tipo: VAMOS!

Ls preparativos fueron los de Jeepeo con Camping y para 3 días. En los Parraud eso significa un montón de carga y variedad de enceres. Ahora además que somos 5, había que pensar en temperaturas bajas, poca agua y cosas por el estilo.
Salimos por la noche para arrancar temprano sin madrugones inhumanos, y como salimos temprano, llegamos bastante bien a Linares al hotelito ubicado sobre la ruta. Nada especial digamos que promedio de hotel de la ruta como se puede espera en Chile en donde la mayor parte de la hotelería que no es 4 ó 5 estrellas, suele ser mala.
A la mañana siguiente y no sin pasar por la estación de servicio (bencinera) y el supermercado (eso se dice igual). Nos metimos en la ruta atravesando el pueblo.
Linares en si es un pueblo agrario, chato, con poco encanto y sorprendentemente sucio, rodeado de una naturaleza increíble.



Nos metimos derechamente en una subida que supuestamente era una ruta, quizás con lluvia, ese día, no fue más grave que un camino muy malo y los hemos hecho. Así que venía confiado.
Al entrar en la siguiente, no aparecía ninguna dificultad, un camino asentado y liso… ufff ¿y?
Bueno, para las 12 apareció y nunca más desaparecieron los pasos para los cuales, definitivamente no estaba preparado. Fue aprender haciéndolos, fallando y dando jugo, pero no dejamos de pasar todos. Marina no pudo no hacer los chistes de costumbre y contestar que yo no necesito bloqueo de diferencial porque tengo bloqueado el cerebro por diferencial… pero al noveno intento si lo logro! Si tengo bloqueo cerebral… 
Varios pasos y percances más adelante – batería muerta de Sussi, bloqueo que no funciona de Pablo, abollón de algún otro, etc. llegamos a las 4 de la tarde a un paraje apto para acampar.

El viernes santo fue menos santo que el asado de Jeeperos, así que matizamos con pescados pero la carne abundó. Tragos y conversación hasta tarde, chicos jorobando en gran patota por el terreno fueron parte de un decorado más que divertido.
A la mañana siguiente esperaban pasos y bajadas, así que temprano (10 am, je!) empezamos a levantar campamento… más bromas, más fotos y seguimos hasta las 5 de la tarde, no sin que me tocara a mi pegar con cinta una luz de giro que se quería quedar en la montaña.



El grupo tenía una decisión: seguíamos a otra ruta o volvíamos. La mayoría decidió que teníamos mugre abundante para no preocuparnos por otra ruta y comida suficiente para enfrentarla… seguimos y fuimos a La Cruz. El cuanto dice que se llama así porque la ruta sigue todo su recorrido bajo la Cruz del Sur… no se si será cierto y la verdad lo dudo pero hay que hacerla. Muy técnica y rodeada por paisajes que valen muchas fotos.

Para las 7 decidimos hacer campamento arriba, en la cumbre. La tónica del día anterior entre bromas y tragos había sido solo para romper el hielo. Esa noche se develaron grandes Cuentistas como Juan, Stripers como Oscar y Nacho, Mugo de Jugo!!! Haciendo que todo valiera la pena. El asado fue exquisito y todo muy bien regado con reservas que se hubieran desaprovechado de haber vuelto ¿no?


La noche prometía estrellas y las dio sin amarretear ni una.
La mañana fue tempranera, fría y con una neblina que prometía hacernos difícil encontrar los caminos.

La prudencia llamó al grupo: semana santa cumple siempre con la promesa de embotellamientos dramáticos en la entrada de Santiago, si volvíamos temprano habría una chance sufrirlos menos. El viaje de vuelta fue para sacar conclusiones:
El lugar tiene lo que prometían: todas las oportunidades que puede pedir un jeepero para meterse en problemas y aprender. Los chicos un espacio para jugar increíble, aunque con el ritmo de jeepeo les quedaba relativamente poco tiempo, espacios para acampar y estrechar lazos con compañeros de ruta. Volveremos!
Saldo de daños: arreglos menores como una luz de giro… la sacamos re-barata!

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