Salida OffRoad a Parral y Embalse de Digua
Llegó el fin de semana largo del día de la Raza y el viernes por la noche partimos con rumbo Sur. Tarde para variar, no llegamos al punto de encuentro del club en Chena. Así que metimos un poquito de pata sin exagerar, no daban las condiciones de tránsito, ni los pacos y tampoco el clima para ir demasiado rápido.
El viaje era de 360Km hasta Parral. En el Km 200 alcanzamos a los Pegados en pleno y pudimos seguir con algo de diversión por la radio. La lluvia, la hora y el cansancio de la semana hicieron efecto en mi, podría haber dado la nota trágica durmiéndome al volante pero por suerte no pasó de morder la banquina. A partir de ahí tomé un par de cafés y me puse en la mitad de la caravana. Llegamos a las 3 AM a Digua. El malón dormiría en una casa del embalse, pero nosotros or motivos de no estar demasiado incómodos y tampoco molestar con la patota que somos al resto, fuimos a unas cabañas que consiguió Carlos Gayoso. Quizás por la hora combinada con la temporada (ultrabaja) la cabaña no estaba lista ni de cerca. Sin calefacción, sin sábanas, no andaba el calefón... etc. Hicimos noche casi acampando ya que el cansancio era más fuerte que las quejas. A la mañana siguiente, todo cambió. Apareció el dueño del complejo, aparecieron las sábanas, una cabaña nueva más confortable, calefacción y calefón andando. El cambio puso de buen humor a todos. Hay que decir que el costo estaba por debajo del estándar también, menos de USD40 por noche por una cabaña con cocina casi equipada, 3 cuartos, estar y baño. Por otra parte el dueño le puso mucha onda y estuvo pendiente de nosotros y de nuestra comodidad los 3 días. Estaba planeado que ese sábado fuera un paseo por la zona, una buena oportunidad para dar una vuelta con todo el club, sacar fotos y copuchar (chusmear). Empezamos así, por los terrenos del embalse gracias a las conexiones de Carlos Gayoso que tenía el llavero del administrador. Hay que decir que el lugar es lindo, quebrado , verde lleno de cursos de agua y una vegetación muy abundante. recorrimos las base del dique, el canal de rebalse y alrededores... y ahí se desvirtuó todo... nos salimos del camino. Primero fue una grietita hacia abajo con un paso de baja complejidad que pero que dio para el chiste y los malabares. Después el Mugo no pudo con el genio y agarró esa grieta para arriba. Aprovechamos para hacer una prueba con el ancla que se fabricó el Tarro y la verdad que funcionó bien. Lo que no funcionó bien fue el Jeep de Mugo... conectar y desconectar mangueras y otras yerbas y finalmente salió, con bastante Winche (malacate/cabrestante). No contentos, Sensei se escapó por un camino lateral muy embarrado, poco transitado y nos metimos en un paso en que para dar la nota, fui el primero que necesitó Winche para pasar, después de mi, todos...
Con barro hasta las orejas logramos salir de ahí a tiempo para más fotos y que el malón viera el partido de Chile vs Colombia. Como no estábamos realmente interesados en ver como casi todo el club humillaba a su presidente, que es colombiano, fuimos a bañarnos y bañar a los críos en la cabaña. Quizás sea por el partido, pero el club logró algo que nunca había logrado antes... prepararon el asado y comieron rápido, tanto que cuando llegamos a la hora y media, ya habían terminado. Por suerte había un poco de carne y bastante fuego para preparar unas mollejitas que quedaron maravillosas (aunque lo diga yo). Los Tarros: Tarrosaurio (padre) y Tarroky (hijo) junto con Julio nos acompañaron con el vino y las mollejas.
Esa noche no duró mucho, relativamente temprano nos fuimos todos a dormir.
El Domingo nos esperaba el día de Jeepeo junto a un Club local: Los Pumas 4x4 de Parral.
Con las notas típicas del club de demoras, gente que sale para el otro lado y cosas así. en el medio aprovechamos las panas y demoras para cosechar unos hongos de roble muy pintorescos que por instinto no hubiésemos ni tocado, pero al probarlos eran ricos, se dan solo en Octubre así que era "ahora o nunca", igual nos aseguraron que eran mejores en ensalada. La tarea de los chicos fue juntar una bolsa, que parecía mucho como para una familia, pero eramos 9 vehículos con 2 a 5 personas cada uno. Poco después y con hora y media de retraso, llegamos al punto de encuentro con nuestros anfitriones. Muy inocentemente nos preguntaron qué camino preferíamos... si el malo o el bueno... imaginen la respuesta. Resultado, más winche, pero esta vez para todos, incluso para nuestro guía Pancho. Ahí hicimos una prueba de la tecnología del Spectra con apuestas y amenazas. El único punto firme para tirar con el Winche estaba lejos, así que había que extender el cable. Saqué mi cabo de Dynora de 30 m de 12 mm y las caras de escepticismo fueron generales. me miraron cruzados y algunos se alejaron por las dudas. Cuando me alejaba, Marina rompió el hielo con los locales, que hasta el momento habían sido medio fríos - Más vale que le funcione la soguita, por que con lo que rompió las pelotas para conseguirla, si se le corta le voy a dar una flor de pateadura en el culo - muy de Marina. Los Pumas se cansaron de reír y de rogar para poder ver cómo Marina me daba la susodicha pateadura. Para mi satisfacción, no hubo pateadura, y todos los jeeps salieron usando la soguita... viendo el resultado varios amenazaron con dejar puesta la soguita ahí y se dio la siguiente apuesta: no podría desatarla!
Haber navegado un cuarto de siglo y dar clases de nudos tiene sus resultados, el nudito apretado como pocos después de soportar el tirón de miles de kilos, se deshizo en 1 minuto y mi cara de satisfacción y sobrada a los escépticos fue también proverbial... hasta les saqué la lengua. eso si tuve que vigilar el cabo el resto de la jornada.
el camino siguió hasta una cumbre que ellos llaman El Matadero. No porque mataran nada ahí aparentemente, sino porque tiene un paso de bajada en el cual se rompen algo así como el 90% de los jeeps que lo intentan. Fuimos a mirar el paso y el concenso fue de NO intentarlo ese día. Una roca lisa, húmeda y patinosa de bajada y con un escalón de casi 1m... mortal. Más allá de la anécdota del famoso paso, el paisaje del lugar es sobrecogedor, digno de las locaciones de el Señor de Los Anillos u otro cuento de hadas y dragones. Cumbres rocosas, nieve, ríos un valle lindísimo y los pinos, cohigües y araucarias poblaban las laderas. mejor no describo y pego las fotos.
Un poco de juego y vuelta hacia abajo por un tubo bien patinoso. Finalmente llegamos al punto de encuentro y seguimos hacia la cabaña de uno de los Pumas 4x4. No sin antes vadear un río, trepar unas rocas y cosas así.
El clima al llegar fue toda camaradería, regalos que fueron y vinieron, asado de todo tipo de carnes, con corderito incluido. Habíamos roto el hielo, pero lo que siguió fue como si fuera un encuentro de viejos amigos, códigos comunes, charlas amenas, datos interesantes y todo MUY bien regado. Nosotros aportamos la cucharada de fuego y ellos el desafío de V8, el primero impresionante pero fácil y el V8... realmente complicado, sin embargo hasta nuestras mujeres lograron cumplir con el desafío. Al final, la cucharadita de hongos de roble que alcancé a probar (además de nuestros 9 vehículos estaban los 6 de los Pumas) eran realmente buenos.
El asado duró casi lo mismo que el jeepeo y la verdad es que tampoco tuvo desperdicio. Los chicos que le dieron duro al diente también, hicieron de las suyas y sospecho que no se aburrieron nada tampoco.
Como reseña: Los Pumas 4x4, además de hacer offroad, se preocupan por su comunidad, organizando eventos benéficos, ayudan a los que se enferman (en Chile eso es casi sinónimo de quebrar) o alguno que una vez perdió su casa en un incendio, apoyan escuelas, iniciativas locales, guarderías, salitas de primeros auxilios y cuanta oportunidad de ayudar da la zona en que eligieron practicar esta actividad. No son un grupo chico, al menos en facebook cuentan con 445 entusiastas.
Fin del día, la preocupación de algunos era si estábamos en condiciones de manejar... al final si, el camino de vuelta fue tranquilo y muy conversado, con chistes y jodas (tallas en chileno) por la radio.
El llegar igual comimos! unos fideos que preparó Camaleón con poca ayuda y una salsa que estaba muy buena. esa noche la charla siguió hasta tarde llena de comentarios y varios que aparecían o desaparecían en sus literas.
Llegó la mañana del lunes con mucha fiaca, arrancamos tarde y lento, pero finalmente logramos arrancar rumbo a Santiago. El clima soleado y con buen ritmo nos permitió llegar a Santiago a una hora más que apropiada y evitar embotellamientos típicos de un feriado en la entrada.
Deberemos coordinar con estos nuevos amigos para otras rutas y más turismo! Será entonces hasta la próxima.
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