jueves, marzo 30, 2006

Baires - Santiago como equecos

En febrero mi casa en Del Viso quedó vacía... las perras solas y la casa sola... en provincia de Buenos Aires... sin comentarios. Aguantamos hasta marzo gracias a la ayuda de Diego y Marisa y nuestros vecinos. En conclusión todavía quedaban montones de cosas en la casa y las perras estaba re-gordas dado que había tres personas que les daban de comer sin saber de las otras 2!!!
Gracias Pablo y Viviana, gracias José y gracias Diego y Polaca!
En un raid de locos, en 6 días, y solo gracias a la mucha ayuda que recibimos, logramos:
Vaciar la casa, limpiar, reparar, vender, regalar, repartir, empacar, cena con amigos, yo laburé 2 días, ir y venir en la camioneta, conseguir inmobiliaria para alquilar, hacer poderes para que otros hagan nuestro trabajo, varias visitas al Hospital Austral: Marina se subluxó el hombro, Joaquín se brotó, Marina (madre) se hizo los estudios, fuimos todos al dentista, etc. ... No está mal...

La ida:
Salida tarde de Santiago (5 ó 6 PM), 3 horas en la aduana del paso Libertadores. Lento es el trámite de la policía de Investigaciones Chilena, el tramite argentino, como tiene buffer, es rápido.

llegada a Mendoza, que siempre fue una ciudad que nos gustó, con pausa para descansar todos, comida con parrila tenedor libre! Los que viven de ese lado de la cordillera no saben lo que es eso para los que vivimos del lado del Pacífico. El hotel que conseguimos... un apart que era un asco... nada para recordar ni mencionar.. pero tenía cama y ventilador de techo. Por la mañana salimos temprano a desayunar en el ACA y alto para comprar unos 15 litros de Acite de Oliva en las afueras de Mendoza y finalmente raje a Baires a velocidades argentinas.

En Buenos Aires fue el raid que ya fue cubierto con los agradecimientos en especial. Cena con amigos con menú de pasta y otras tantas comidas de: Parrilla!

El viaje de vuelta fue divertido pasando por Junín para ver a mi viejo, con el que comimos... parrilla... en la ruta y sacamos una foto memorable. Claro, ahora volvíamos con una hija más... Piaf para la cual era un abuso encontrar hogar sustituto y además hubiese sido una mar de llanto de mi mujer que realmente la considera una hija especial. Así que en el auto, en un paseo por Junín, éramos: Marina y yo, Joaquínensubutaca, Marinitaocupomucholugar, Abuelomauricehacemuchoquenomebaño y Piafperrade48kgnoentroenningunlado, con toda la caja ocupada hasta el techo! Calculo unos 600Kg de bártulos en la caja y 200 y tantos kilos de mamíferos en la cabina con algún bolso, abrigo, comida, carterita, juguetes, etc. etc. La foto de la camioneta, sin los pasajeros muestra que su ángulo no es el de una 4x4 vacía!
Abuelomaurice... se quedó en Junín y el resto de los viajantes partimos ya cerca de las 5 de la tarde rumbo a Santiago, con pausa en un Hotel en San Luis que aceptaron al pasajero cuadrúpedo sin problemas. Era tarde pero fuimos a cenar: parrilla...

La mañana siguiente, con 800 Km ya recorridos y sin visitas sociales fue sin apuros, si embargo en Mendoza paramos a comprar algunos enceres: Café, Yerba, 6 Kg y 12 Kg respectivamente para sumar a los kilos ya traidos desde Del Viso. Sumemos el aceite comprado a la ida ;-)

De camino al cruce paramos en Potrerillos cerca del dique para un almuerzo tardío a comer... NOP, sandwiches de Milanesa! Encontramos ahí el camino a un centro de esquí que nos habían nombrado varias veces pero que nunca ubicamos: Vallecitos, e hicimos la promesa para nuestros adentros de ir a conocer en alguna oportunidad (será motivo de un post cuando llegue).

Cuando pasamos Puente del Inca y Las Cuevas, yo, solo y en contra de la cara de mi mujer, tomé la decisión de ir por el Cristo en lugar de pasar por el túnel. La subida fue ardua y hubo que usar la baja, dados los kilos y breves apunamientos de la camioneta. La vista de la subida es espectacular pero el copiloto no estba de humor para sacar fotos. Arriba el viento arreciaba y hacía un frío para el que difícilmente estábamos preparados, así que fue una parada breve para 2 fotos y seguir hacia abajo, además, el camino no tiene buena fama y bajaba el sol. Por añadidura los kilos pesaban en la voz de mi conciencia: Marina.
La bajada es abrupta, camino de corniza con unas cuantas curvas de 180º pero nada para morirse comparado con otros caminos un poco más ásperos y usando la baja nuevamente. la vista es también fantástica solo que encajonada y cerrada.

La aduana, en el sentido Ar-Cl está del lado chileno, pero el trámite de Argentina, no es buffer al trámite de Chile... 10 minutos de fila el primero y 2 horas y algo el segundo.
La anécdota fue la Aduana... el perro de los carabineros embistió la camioneta alertando al oficial de verde. El oficial, alarmado preguntó en tono nada relajado: ¿qué traen en la camioneta?!!. La explicación vino cuando se asomó por el vidrio que no está polarizado de adelante: Piaf miró con su cara imperturbable y nada amigable, tanto al carabinero como a su fiel cuadrúpedo amigo.
Marina le ofreció bajar a Piaf para que inspeccione tranquilamente, sin embargo, el carabinero desistió bastante poco convencido de que fuera buena idea.
Paso siguiente: !Abra la caja!!! !JE! 1la abrí! - La frase del inspector fue: ¿y ahora? ¿cómo hacemos? (para los suspicaces del lado del atlántico, en Chile es impensable que esa frase tenga el mismo sentido que allá... realmente estaba preocupado por lo que sería revisar todo, no estaba sugiriendo ningún tipo de atención monetaria en colaboración con la cooperadora aduanera ;-) ).
Finalmente interrogaron a mi hija por frutas, fiambres y cosas así, mientras yo volutariamente entregaba el alimento para perros que era la ración de Piaf y abría la consevadora para mostrar que solo contenía ropa sucia (sic). Parece que fuimos convincentes y no revisaron nada más que eso y un bolso, con lo que el entramado a presión de la caja llegó casi intacto incluyendo los 12 Kg de yerba, 6kg de café, 7 litros de acite de oliva, y 80 litritos de la barata nafta súper del ACA de Mendoza que me traje de recuerdo.

La llegada a casa fue liberadora y conmovedora de ver por el re-encuentro Piaf-Tutu. Todo bien, más tranquilos y con los depósitos y placares un poco más llenos.

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