lunes, julio 31, 2006

2da Visita de los Casagrande


Para el 27 de Julio llegaron los Casagrande. Viaje anunciado, casi profesionalmente con la confirmación por mail de los pasajes! vicios del que trabajó viajando mucho. Tanto Silvio como yo lo hicimos y parece que lo seguiremos haciendo.
La gran alegría no fue solo de los grandes, grandes amigos y buenos para pasar el tiempo juntos desde hace... no mejor no lo digo ya son muchos años desde los cursos de navegación, cruceros, regatas y otras actividades más terrestres.
La alegría del encuentro de Emma y Joaquín fue para remarcar, muy rápido estaban a los abrazos, jugando y peleando como hermanos. Marina y los perros eran adornos accesorios a sus juegos, sorprendentepensando que hacía casi 1 año que no se veían.
Para los que no lo saben, Silvio me inició en el snowboard sin estar presente. Sencillamente, para mi primer viaje a esquiar él me prestó la tabla, las botas, mitones y antiparras con bolso incluído. Una vieja "Santa Cruz" que le compró usada a Chris, un amigo y colega. Sin embargo jamás habíamos logrado esquiar juntos. El año pasado yo le devolví el favor prestándole un solo día mi equipo, en lugar de subir juntos dado que yo me recuperaba de una Neumonía... Esta vez, se daría!!!
Por otra parte, sin hacer muchos planes, los lineamientos venían de: 1 día Shopping (en Chile se llaman malls... ¿podremos inventar malling?) algo de actividad casera y tranquila y alguna salida a demás de la subida a esquiar.
Fue así... el viernes, malls y outlet de Maui & Sons allá por donde el diablo perdió el poncho al que llegamos no sin que yo (único responsable de guiarlos) me haya pegado una buena perdida. No me voy a explayar en compras y charlas sobre precios, cosas lindas, horribles, baratas y carísimas... no vale la pena, que eso lo agregue al blog otra persona!.
El sábado un amigo, Rodrigo Aliaga, Presidente del Club Andino de Chile estaría en Lagunillas, un pequeño centro de Ski ubicado en el Cajón del Maipo. Es en realidad un Club, con 3 medios de elevación de arrastre, un club house, varios bares/restaurantes en las inmediaciones que varían de nombre y presentación cada tanto, y unos cuantos kioscos que alquilan equipos de nieve y ski, especialmente para tirabolas.
Lagunillas está relativamente bajo y por eso la nieve suele durar poco, teniendo la temporada más corta de todos, incluso a mitad del invierno puede tener faltas de nieve entre nevada y nevada ya que suele tener también lluvias. Este año para esa fecha estaba lleno de nieve. Para un esquiador puede sonar bien, igual que para todos los que quieren disfrutar de un día de nieve como excepción.
El resultado es que en San José del Maipo nos encuentramos con varios de los Pegados!!!! Entre saludos y abrazos, me cuentan que improvisaron una subida a Lagunillas, saludar a al "pegado" faltante (Rodrigo) y después saldrían a Jeepear. Era tentador, el problema es que viajábamos 4 adultos y 3 chicos en la camioneta, eso significa déficit de cinturones de seguridad, y en una jeepeada eso se puede traducir en golpes duros dentro del habitáculo. Ni hablar que cargábamos las tablas y ningún elemento de jeepeo, faltaba incluso la comida, agua, etc. en fin... la decición la tomaría arriba... no... los Carabineros pideron las reglamentarias cadenas y vino la debacle, los pegados solo contaban con 1 juego de cadenas para 5 vehículos, por lo tanto, aunque no fueran a necesitarlas (yo no las usé) no los dejaron subir y partieron a jeepear, así que la decisión fue subir, creo que en 5 minutos tomé dos decisiones de las que me arrepentiría todo el día...
La subida fue caótica, lenta, casi 3 horas para un viaje que se puede hacer en 40 minutos. Acuerdense de toda esa gente que quiere disfrutar la nieve, pero que no tiene una 4x4, y tampoco sabe manejar en nieve y mucho menos colocar bien cadenas de nieve... resultado docenas de autos parados patinando o colocando y arreglando las cadenas entrampando el camino. Subió MUCHA gente, de hecho no llegamos al refugio, dejamos la camioneta unos 600 metros antes y 100 metros en vertical más abajo... la cumbre era más caótica que la subida.
En fin, con la hora, resultó que no valía la pena esquiar, y lo que hicimos fue "tirabolas"... je nuestro trineo estaba en el refugio, donde comimos lo que había y Emma conoció y disfrutó la nieve con los míos, un poco más veteranos.
Rodrigo se portó como los dioses ofreciendo ayuda, espacio y haciendo, el tiempo que le quedaba de anfitrión, Mane, su mujer pudo darnos también un poco de charla.

El Club Andino en Lagunillas es una sede con mucha actividad social en el casino y alrededor de los hogares, Piscos y Cubas, cafés, tés y charla, así que entre juego y juego de los chicos, participamos un poco también.
Albertina confensó que hubiese preferido ir a jeepear antes que comerse el garrón de Lagunillas, solo expresó lo que yo pensé todo el día. De paso, ahora sé que tenemos una cuenta pendiente con ella, llevarla a Jeepear! Silvio, en cambio, no mostró demasiado entusiasmo con el tema.
La bajada fue lenta pero no tanto y cansados volvimos a casa, no sin antes pasar a cenar a la casa del Bosque, un lugar que repetimos bastante, buena cocina en un ambiente muy logrado con maderas rústicas casi de casita de duende a escala guliveriana.

El Domingo, solo puedo decir que Silvio y yo nos fuimos al Colorado... le dimos duro todo el día al snowboard. Silvio pudo estrenar su flamante equipo en pistas, fuera de pistas, nieve onda... creo que solo nos quedó la cara norte del Colorado por esquiar. Usamos todos los medios salvo el TBar más bajo! Igual, hay que decirlo, los TBar no son una punto fuerte para Silvio! da para joderlo. Incluso pasamos por el Snow-Park, que no estaba terminado, así que nos pegamos unos buenos golpes en algún "salto" que no era. Tanto que decidí copiar a Silvio y comprarme un casco a la brevedad. Ya bastante cansados, bajamos un rato antes del cierre para llegar temprano y cumplir con las familias.
El cumplir se materializó auxiliando y conteniendo trepadas al damasco de casa agregando a Leire, una amiga de Marina (h).

Si mi casa sufre las crisis de la hora de las brujas cuando estamos solos, agregando a Emma aún siendo 4 adultos, no lográbamos bajar el nivel de entropía sumando notas de color a la situación.

Tristemente, el lunes, la visita llegaba a su fin con bastante nostalgia de nuestra parte. Por parte de Joaquín, no fue nostalgia, fueron horas de llanto desconsolado por su Emma, lo repitía entre gritos, llantos y sollozos como un mantra y por más de 4 horas hasta que se durmió deprimido. Muy conmovedor y muy enternecedor ver como dos enanos de 3 años se profesan ese amor.

Chicos, será hasta la próxima, porque no hay 2 sin 3, ojalá logremos superar nuestros programas cada vez.

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