lunes, septiembre 29, 2008

Termas del plomo con los Pegados

Es un lugar conocido, pero apuntaba a un programa con variantes. La mayoría de los integrantes del CLub Pegados 4x4 se quedarían a acampar para pasr la noche en la termas y al dìa siguiente harían Rfting por el Mapocho o alguno de sus afluentes. Nosostros, con un Joaco con el termostato fallado y Sebastián todavía chico, participamos del paseo del primer día unicamente.
El embalse del Yeso forma un espejo de agua bastante importante que se usa para generar electricidad, mientras que la laguna Negra, muy cerca hacia el Este es una reserva de agua potable fundamental para Santiago, razón por la cual dicen que su acceso es muy restirngido.
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Para variar, salimos relativamente tarde, pero como es cerca no hubo mayores problemas con eso. Wl camino es bien conocido para nosotros y ya entradas previas, sin embargo, con compañía de Jeeperos un juega más y en las fotos uno tiene un poco más de protagonismo.
Las termas quedan bastante arriba en la montaña, pero como hay camino llegan hata contingentes en bus. Claro, nostoros quisimos inventar nuevos caminos.




Al llegar, hicimos el campamento que sería en el que pasaría la noche la mayor parte del Club. Lo hicimos al pie de una pared de unos 8m de alto que Joaco se encargó de subir un par de docenas de veces, siempre acompañado de algún integrante del club, que pudieron seguirlo solo porque fuimos haciendo relevos: Karol, Mugo, Aurelie, Rolando, Marina, Marina (h), yo, son los que recuerdo que los seguimos un par de veces hasta la cumbre de la pared.
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Otra excursión quedó para después de comer. La intención era llegar a una laguna que se encuentra a unas horas caminando hacia arriba. La verdad es que los Parraud volvimos antes. Sebas dormía sobre los hombros de Rolando Primero y en mi pecho después, Joaco acusaba cansancio de sus trepadas y las 2 horas de caminata a 3200m no ayudaban a Marina ni a mi. El clima se puso frío, aumentó el viento y empezó a caer una garúa helada... volvimos. HAy que decir que la mayoría siguió y su entusiasmo tuvo su recompensa.
Finalmente se hizo tarde y bajamos junto a dos invitados que me bautizaron Schumi... ¡por qué será?

sábado, septiembre 20, 2008

Inexpugnable Pucara de Chena





Como buen fin de semana XL (4 días) los santiaguinos desaparecen de las calles para aglomerarse en las rutas y autopistas (hasta 4 horas de cola en los peajes más concurridos de salida/entrada a la ciudad). Los Parraud-Martínez, fóbicos de las muchedumbres y amantes de las bajas densidades -debimos elegir otras profesiones que nos alejen de las capitales, pero ya es tarde- nos quedamos en la Región Metropolitana.
Por los mismos motivos que nos quedamos, elegimos NO ir a las tradicionales fondas y "enramadas" del 18.
Resultado, después de una búsqueda de unas pocas horas logramos encontrar la Guía Turistel. Si bien la guía en general es mala, es la única que tenemos de Chile.

Después de una breve búsqueda logramos elegir un paseo por la zona de Lonquen. Es famosa por los viñedos y bodegas como la Viña de Tarapacá, Santa Emma y otras tantas con certificaciones incluso de orgánicas.

Pero nuestro objetivo era menos etílico y dejamos el vino como segunda opción. Salimos a hacer un poco de arqueología y nos dirigimos al Pucará de Chena. Aparentemente es una de las fortificaciones Incas más Australes. Un sitio: http://klajovi.tripod.com/pucara.htm habla más en detalle, en resumen recién lo excavaron a partir de 1976 como fortaleza y para 1999 se dieron cuenta que era más bien un observatorio.

Por un camino completamente distinto al sugerido por la Turistel - que indicaba uno de unos 30 Km. más largo, estando a solo 40Km de Santiago - llegamos a la puerta.
Cuento corto... ¡estaba cerrado! ¡Un sábado, un sitio turístico, cerrado!
No nos íbamos a amilanar por eso y decidimos intentar conquistar el observatorio escalando las laderas del cerro.

Después de 2 horas de trepadas de hasta 70° (hay fotos que lo confirman) cargando a un enano de 20 meses decidimos que no era buena idea atacar la parte más dura que además de ser casi un risco estaba bien sembrada de plantas espinosas y plantado el suelo de ortigas.

En ese momento comencé a adherir a la teoría original de la fortaleza o supongo que los Incas, hombres prácticos se hicieron un multipropósito.
De todas formas la vista del valle logró recompensar los pinchazos y dolores de rodillas.

¿Y ahora qué hacemos? sigamos recorriendo buscando un lugar para llenar los estómagos de los 5 exploradores hambrientos (escalar nos abre el apetito).
Logramos recorrer infinidad de veces el Camino a Lonquen hasta encontrar un restaurante y por una módica suma logramos un almuerzo opíparo pero sin vino (módico en Santiago, para una familia son US$50).

Lo mejor del restaurante fueron los juegos y las gallinas que tenazmente se dejaron perseguir por un no menos tenaz Sebastián.

Otra vez en el camino volvimos a explorar mirando el entorno.

El hallazgo, que tiene cierta lógica, es que los pueblos de la zona podrían ser trasladados a la provincia de Buenos Aires sin que nadie lo note. Mismo ritmo, arquitectura, urbanismo, hasta las escuelas. Como eran las fiestas "dieciocheras" calculo que la bandera chilena si hubiese despertado alguna sospecha.

Entonces con la Turistel en la mano logramos dar con la Viña Tarapacá. Sorpresa, también está cerrada los fines de semana... para visitarla, solo de lunes a viernes ¿y la secretaría de Turismo que dice?

Frustrados seguimos buscando infructuosamente el recorrido sugerido por Turistel... vamos a comprar la Let's Go.

Después de coser Isla de Maipo, Lonquen, La Islita, Talagante, pero sin encontrar Valdivia de Paine salvo un día después en GoogleEarth, volvimos a casa a terminar el sábado. Nos esperaba un domingo en la nieve con un Colorado casi desértico - a medida de los Parraud -

domingo, septiembre 14, 2008

Salida a Lo Valdes



La salida del club de septiembre fue a Lo Valdes. Buscando data y cargando el GPS me entero después de 4 años que el lugar al que vamos seguido se llama Cajón de las Arenas, tal el destino al que íbamos.


From 2008-09-14 Salida a Lo Valdez

Salimos temprano y nos encontramos en Las Viscachas en la entrada del Cajón del Maipo.
Hubo re-encuentros e invitados recurrentes. Como se trataba de una salida de paseo, el clima era muy distendido y cómodo. Últimamente formamos un grupo muy nutrido, entre 12 y 15 vehículos. Varios muy novatos, pero por supuesto son los más entusiastas. La novedad, Rolando y Aurelie estranaban su nuevo vehículo: Pepe Grillo.


Un par de paradas para compras imporvisadas y llegamos a Lo Valdes... malas noticias, había derrumbes sobre el camino. Fuera de cálculo... la minera situada en el lugar depende de poder acceder a la mina, del otro lado de ese mismo camino interrumpido, pero parece que esta yesera puede suspender su trabajo durante el invierno.


De todas formas, intentamos buscar alternativas, ¿o no somos jeeperos?.



Un par de pasos con algún nivel técnico los tomamos como juego y tratando de hacerlos más difíciles. Hubo rescate con Winche (malacate) y todo. Fin de la historia... no se podía pasar. La búsqueda pasa a ser por un buen lugar para el asadito y gozar de la tarde.


Logramos este objetivo. Los chicos hicieron de las suyas con las cometas y los grandes con el asado y bebidas varias.


Terminada la tertulia, jugamos un rato en el barro y como era paseo, casi gastronómico terminamos tomando "la once" (la merienda) en el café Vienés en el Cajón del Maipo. Poco jeepeo, mucho de charla y planes a salidas un poco más demandantes y abundantísima gastronomía.