EL tiempo pasa... y las aventuras, por pocas que sean, dejan cicatrices. Así es para nosotros, así que tratamos que esas "cicatrices" se capitalicen como rasgos interesantes de nuestra personalidad (un buen eufemismo vejez digna). Algunos objetos se valorizan con el paso del tiempo, son coleccionables. Algunos compañeros de aventura se ponen viejos, llegan al final de la vida, con mayor o menor dignidad. Este año 2012 marcan su fin buenos compañeros de aventura.
Tutu, nuestro Black Retroller puro dijo basta. Enfermo pero digno. Duro, flaco, ciego y dolorido pero siempre de buen humor hasta que nos dejó sin aspavientos una mañana de enero y a los 15 años (casi 100 en el cálculo perruno hecho por el veterinario). La tristeza y el vacío que dejó el negro ruidoso inundaron la casa. Cada duelo se hizo presente: llantos, silencios, preguntas recurrentes, melancolía y muchas otras formas.
En una semana, Marina, la sabia, llegó a la conclusión que había que buscar el relevo, así que con la misma discreción que nos dejó Tutu, Marina buscó opciones, sopesó viejas y nunca olvidadas preferencias y renunció a propias. Terranova!, no la península sino la raza que tomó su nombre (o New Foundland en inglés).
No había manera que en Argentina soñáramos con algo así. Cuestiones de precio, políticas y prejuicios. Pero como las modas pasan y gracias a eso los precios bajan, aparecieron cachorros de Terranova dando vueltas por Chile a valores accesibles.
Muy cerca, (1 hora) un criadero tenía 3 hembras y el sábado siguiente por la tarde, como por impulso partimos a Pirque. Solo la noticia del objetivo redibujó todas las caras de casa (salvo por la viuda ignorante del tema).
En una "parcela" grande y silvestre, casi al estilo de los Parraud @AR estaban los dueños que tomarían el examen para saber si éramos dignos de recibir alguna de las cachorras de oso. Finalmente en una entrevista un poco freak pasamos el examen y los chicos adoptaron a Aretha!
10Kg de perro desparasitado y revisado en la veterinaria llegaron a casa a los 2 meses de edad...
El encuentro con Piaf fue discreto y controlado, la vieja esta con sus casi 90 años perrunos tampoco tiene muchas pulgas.
Aretha tenía pulgas, y garrapatas pero no dientes y se conquistó todos las almas.
El relevo había llegado, casi como una re-encarnación también adoptó varias malas costumbres de su antecesor en tiempo record (¿será el color? ¿la memoria embebida en objetos del ambiente?)
Joaco empezó a reir como nunca lo había hecho. El lazo se ató y esperamos que dure, es SU perra ;-)
Sebastián mostró nuevas capacidades de herejía y mimetismo con otros cuadrúpedos. Claro! nunca habían vivido con un cachorro con el cual jugar en ejercicio de "conciencia".
Se impusieron nuevas disciplinas y oportunidades, y la vieja Piaf rejuveneció unos cuantos años. Los Parraud se agrandaron incorporando un nuevo miembro revoltoso y macizo como la artista que le dió el nombre.
Otros, objetos bienes de uso, se ponen viejos con el castigo y sencillamente van perdiendo cualidades. Por más cariño que les tengamos esos objetos con 4 ruedas que nos transportan tienen vida útil y por motivos diferentes también van pidiendo relevo.
Así fue con "La Lalartija", la Nissan D22 verde que nos llevó y trajo por Coño sur desde el 2005 dentro y fuera de los caminos. La maniobra fue fría, calculada y oportunista. Vendimos el arrocito (Clio blanco 2003) y con su valor más muchos, muchos pesos encima, compramos otra Nissan D22, 2009, roja, minera y de flota igual que su predecesora.
Claro, ser más nueva y con el 40% de los kms recorridos no la pone a la altura de la Lalartija (nombre que le puso Joaco).
Empieza la transformación y eso será una nueva entrada. Veremos si también adopta las buenas costumbres de su predecesora, que por el momento sigue con nosotros pero ya no como vehículo de Off-Road sino en un retiro digno celebrado en una salida a Ritoque, donde se inició como tal (las hizo todas sin chistar como para dejar la vara alta).
Por unos meses hasta que las finanzas permitan un recambio completo será vehículo de transporte urbano.